Que el viaje a Moscú no costó al Estado ecuatoriano ni un centavo y que tampoco fue financiado por el gobierno ruso, salieron a decir dos de los siete asambleístas que fueron en visita oficial el 14 de septiembre a Rusia.

El viaje fue pagado all inclusive por el asambleísta Daniel Noboa Azín, quien preside un Grupo Interparlamentario de Amistad entre Ecuador y la Federación Rusa. Y dijeron que él elaboró la agenda.

Esta confesión hecha por la correrísta Johanna Ortiz y el socialcristiano Jorge Abedrabbo a diario El Universo, tenía la evidente intención de salir a responder los comentarios por el posible gasto de fondos públicos en ese viaje y para negar que el gobierno de Vladimir Putin, sometido a sanciones por  invadir Ucrania, tuvo que ver en el desplazamiento. Sin embargo, lo dicho por este par es igual, o incluso más grave, que aquello que quisieron aclarar.

En realidad, la confesión de Ortiz y Abedrabbo abre la ventana para considerar asuntos tan graves como, por ejemplo, un posible delito de tráfico de influencias que trae sanciones penales.

Hay que entender que el asambleísta Noboa es presidente de una de las empresas exportadoras de banano más grandes del país y que uno de sus principales clientes es, precisamente, Rusia. Un cliente que, por las sanciones internacionales, no puede comprar banano ecuatoriano.

Se estima que las exportaciones ecuatorianas de banano cayeron en un 8,05%, desde que están vigentes las sanciones.

Según la agenda de los asambleístas, publicada por organismos oficiales de la Federación Rusa, el eje de la visita fue promover y estimular las compras rusas de banano ecuatoriano y otros productos  Por eso tuvieron reuniones con altos funcionarios del Ministerio de Comercio y otros organismos vinculados con el tema del intercambio comercial. Incluso con funcionarios de la Cancillería rusa.

Resumen de la visita hecha por Rosselkhoznadzor

El grupo de asambleístas viajeros estaba integrado, además de Noboa, por la vicepresidenta de la Asamblea, Marcela Holguín, dos de sus coidearias correístas -Pamela Aguirre y Johanna Ortiz-, Johanna Moreira de la ID y Jorge Abedrabbo del PSC.

Al salir a aclarar que no solo los pasajes sino los viáticos fueron cubiertos por Noboa, los asambleístas estaban confirmando que viajaron en una misión comercial de la Asamblea para trabajar por los intereses económicos de la familia Noboa.

¿Tráfico de influencias? El artículo 285 del Código Orgánico Integral Penal dice que los “servidores públicos y las personas que actúen en virtud de una potestad estatal en alguna de las instituciones del Estado, prevaliéndose de las facultades de su cargo o de cualquier otra situación derivada de su relación personal o jerárquica, ejerza influencia en otra u otro servidor para obtener un acto o resolución favorable a sus intereses o de terceros” y que serán sancionados con pena privativa de libertad de tres a cinco años.

El Grupo Interparlamentario de Amistad entre la República del Ecuador y la Federación de Rusia, fue creado por un pedido de Daniel Noboa a la Asamblea en enero del 2022 e integrado por él con los siete viajeros, según revela El Universo. ¿Cómo es posible que la Asamblea haya aprobado un viaje costeado por un grupo empresarial privado?

El viaje de los asambleístas destapa un tema de inconsistencia con la política exterior del país. Según el artículo 171 Constitución, la política exterior la fija el Ejecutivo y la Asamblea no tiene facultades para ir en contra de las líneas que ese poder establezca.

Ecuador es parte de un grupo de países democráticos que han decidido sostener sanciones económicas y políticas a Rusia por su decisión unilateral de invadir Ucrania. ¿Cómo es posible que el presidente de la Asamblea, Virgilio Saquicela, haya permitido el viaje a Rusia de un organismo que hace parte de la Función Legislativa?

Por ese motivo el canciller, Juan Carlos Holguín, anunció que pidió a Saquicela información sobre el viaje porque «no hay duda de que se han cometido actos que riñen con la política exterior que debe estar coordinada con lo que el Ejecutivo posiciona».

Lo expresó en una entrevista en Noti Mundo. El Canciller insinuó que lo hecho por los asambleístas podría significar su destitución pues eso «ocurre en otros países».

Es de suponer que por sesgo ideológico, Marcela Holguín, Pamela Aguirre y Johanna Ortiz no hayan tenido empacho en reunirse con funcionarios del régimen de Putin que se embarcó en una de las aventuras más abominables de la historia contemporánea: la invasión a un país soberano como Ucrania donde se han cometido horrendos crímenes contra la población civil. Las tres hacen parte de un movimiento político que no ha escondido sus simpatías y coincidencias con el autócrata de Putin.

Sin embargo, sorprende lo ocurrido con los otros cinco miembros de la comitiva que, con su viaje, se exponen incluso a potenciales sanciones de países como EEUU y la Unión Europa que impulsan las sanciones contra Putin. Daniel Noboa, por ejemplo, está desafiando las sanciones económicas y financieras impuestas por EEUU.

En su caso hay un dato adicional: él tiene la ciudadanía estadounidense. 4P consultó a la Embajada de los EEUU sobre la posibilidad de que haya sanciones en contra de los otros asambleístas, pero no recibió respuesta.

El viaje de siete asambleístas sintetiza lo peor del rastacuerismo político criollo: el afán de hacer turismo parlamentario pagado por la inmensa chequera de un oligarca bananero sin que eso les inquiete. Para eso los correístas, supuestamente enemigos del capital, están siempre listos.

Tampoco les alarma, en lo más mínimo, las consecuencias que todo aquello acarrea para el país y para ellos, seguramente, por la inmensa ignorancia que les adorna y la prepotencia que les da la seguridad que tienen de ser impunes a todo.

Cortesía: https://4pelagatos.com/2022/10/05/noboa-uso-y-llevo-asambleistas-a-moscu/