Pedro Freile revisó el miércoles pasado su celular antes de ingresar a una entrevista relacionada con su actividad actual, candidatura presidencial por el movimiento Amigo.
Entre los mensajes que revisó estaba la captura de un post de redes sociales que llegó al chat grupal de su equipo de campaña.
«Lo vi momentos antes de entrar a una grabación en la Universidad Salesiana y hasta un poco más de una hora después, cuando salí de la grabación, pensé que se trataba de un meme», contó el postulante de la lista 16.
Freile cumplió con la actividad y al salir volvió a ver esa captura de pantalla que lo dejó un poco inquieto: no era un meme. Era la papeleta que mostró el Consejo Nacional Electoral (CNE) el miércoles pasado, pero con un error. Los consejeros visitaron las instalaciones del Instituto Geográfico Militar (IGM) como parte de los avances del proceso electoral.
En la papeleta presidencial se observa que el casillero del candidato Freile registra un logotipo equivocado: consta la imagen que tiene la leyenda «MEJOR EC», nombre con el que se pretendió inicialmente inscribir a la organización política que apoya a Freile y que estaba relacionada con el movimiento político provincial que creó el exlegislador Daniel Mendoza, sentenciado por corrupción.
«El error en la papeleta podría ocasionar nulidad sustancial, es decir, afectar la validez de todo el proceso«, comentó el candidato de 48 años, quien, dijo, presentará una denuncia en la Fiscalía, el lunes 18 de enero.
«Vamos a denunciar penalmente, aunque no hubiese sido un caso relativo de nuestra candidatura, porque lo que se hace con ese error, no solo es gastar mal el dinero de los contribuyentes -cabe recordar que nosotros no usamos dinero del Estado en esta campaña, el problema es que si no se rehacen esas papeletas probablemente se pueda nulitar el proceso», dijo el postulante.
Hasta el 13 de enero pasado, el IGM había avanzado con la impresión de 6’244.000 papeletas con los casilleros de 16 binomios presidenciales, correspondiente a un 47,64%, informó el CNE. Según los términos del contrato de impresión firmado entre el órgano electoral y el IGM, cada papeleta (candidatos presidenciales) tiene un costo de $ 0,090 (9 centavos), es decir, que los 6 millones de documentos impresos representan unos $ 561.960.
La noche del 13 de enero, durante una plenaria del CNE, su presidenta, Diana Atamaint, se refirió a este hecho y se quejó de que este «error no puede pasar por alto», por lo que se procedió a «separar a los funcionarios responsables». Aunque no dijo cuántos servidores fueron desvinculados.
«El error será corregido y las elecciones generales no se suspenderán. Garantizamos al país que la elección se realizará y nos encontramos corrigiendo este error», anotó Atamaint.
Para el analista electoral Daniel González este error marca aún más la tendencia de situaciones adversas que ha registrado el proceso electoral en curso.
«Este es un proceso electoral inédito en la historia del país por tanto problema, inconveniente, inseguridad jurídica y falta de certezas, y errores administrativos, logísticos y operativos que se están dando en el día a día», menciona González, quien se ha desempeñado como servidor en la función electoral y como observador de procesos electivos en otros países.
González cree que la Contraloría General del Estado (CGE) debe revisar las responsabilidades relacionadas con el proceso de impresión: «Después del proceso electoral, la Contraloría General del Estado deberá establecer las responsabilidades administrativas y civiles, porque seguramente deben haber glosas, tanto para la presidenta del CNE, quien firma el contrato, como para la administradora del contrato y para los servidores que tienen un grado de responsabilidad por la revisión de esos documentos. Incluso el propio pleno, porque el pleno es el que aprueba el diseño de la papeleta».
El experto electoral cita el artículo 110 de la Ley Orgánica Electoral y de Organizaciones Políticas (Código de la Democracia).
«Art. 110.- El Consejo Nacional Electoral resolverá en forma privativa, sobre el diseño, tamaño y seguridades del instrumento de votación para cualesquier tipo de elección, garantizando que se incluyan las fotografías de las y los candidatos principales junto a su nombre, cuando se trate de elecciones personalizadas».